lunes, octubre 06, 2014

"La cuina catalana" (Y mi complejo de Proust con su magdalena...)

Una periodista recuerda hoy que todo el mundo gastronómico intenta, mas o menos, cocinar a la manera de Ferran Adriá y, a pesar que yo abjuro total y absolutamente de las "mariconadas" en la cocina (ni "Nouvelle Cuisine", ni imitaciones cutres y reduccionistas o adulteradas, ni hostias en vinagre), me alegro ya que esto pone a Catalunya en el mundo.
Pero la cocina catalana, que tampoco es ni el "pà amb tomàquet", ni las "seques amb butifarra", ni la "carn a la brasa amb allioli", que esto es cocina rural y/o "casolana" o sea, popular (como la "tripa i cap i pota", "peus de porc", "cargols a la llauna", "ronyons i fetge de xai amb ceba", etc.), es cierto que no existe más allá de nuestras fronteras. No la hemos sabido exportar, ni adaptada ni falseada, como han hecho italianos y otras nacionalidades e incluso etnias, pero que ha sido gracias a la gran diseminación de sus ciudadanos por todo el mundo y que la llevaron con ellos.
Y no me importa que la auténtica cocina catalana (barcelonesa y burguesa, más algo de la ampurdanesa), como son una buena "escudella amb carn d'olla" (el cocido catalán, en la imagen superior), las pastas como los muy barceloneses y emblemáticos "macarrons a la cassola" "canelons a la Rossini" (en las imagenes), el "pollaste amb escamarlans", o toda la maravilla de la cocina del "chup chup" y de "la picada", como son el "estofat de vedella" (con patatas o con nabos o setas, etc.) (*), o la "carn a la jardinera", y tantas y tantas delicias, no salgan de casa, del país (como dijo Guardiola, este país pequeño situado allá arriba)...
Si bien cada vez es más dificil encontrarla fuera de los restaurantes dedicados ya que en los hogares, con el trabajo de la mujer fuera de casa, las prisas de la vida moderna, la moda de los "fast food" y otras guarrerías, así como los cambios en los gustos y lascostumbres, todo se va perdiendo.
Coronel Von Rohaut
(*) Por cierto y ahora que estamos en tiempo de "bolets" (setas), qué maravilla organoléptica que es un buen guiso, lento y al "xup, xup", de  ternera (o "fricandó de vedella") con "llenegues" ... Y la de platos que me dejo en el tintero... (Que mi esposa, la Pili, igual que mi "tieta Teresina" y mi abuela, los bordaban...)

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