El sabio catalán y coleccionista y conservador de arte, el arquitecto Josep Gudiol, descubrió y salvó estas pinturas medievales (románicas y/o renacentistas) del monasterio de Sixena, Huesca (que fueron realizadas en su día por maestros catalanes) y las adquirió, pagándolas, a la orden de monjas que las conservaban (mal, y que casi las habían dejado arder en un incendio). Parcialmente ya habían sido dañadas durante la Guerra Civil, mientras que la Generalitat catalana de entonces había puesto, a buen recaudo, las maravillas románicas de Bohí/Tahull.
Gudiol las hizo restaurar y la Generalitat las conserva, debidamente, en el "Museu Nacional d'Art de Catalunya".
Y ahora el gobierno de Aragón, sin ninguna legitimidad moral, las reclama por vía judicial, vía siempre tan proclive a perjudicar a Catalunya y los catalanes...
Coronel Von Rohaut
(PS) La mayoría de obras de arte "aragonesas" en poder del Museo Diocesano de Lleida y/o del MNAC y que ahora también los maños exigen su "devolución", provienen de iglesias, ermitas y monasterios o colegiatas de la Franja de Aragón (catalanoparlante); estaban en recintos que, en su día e históricamente, pertenecían al Obispado de Lleida o sea, a la Iglesia Catalana (mayormente en la comarca de la Ribagorça), y que fueron perversamente revertidas al obispado de Barbastro-Monzón (Huesca). Son nuestras y nos las quieren robar.
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