Que industriales o inversionistas extremeños compren o dirijan empresas catalanas me parece, no solo correcto, si no incluso deseable. Exactamente igual que empresarios catalanes se muevan entre jamones ibéricos de bellota y pata negra.
Pero que el Periódico de Catalunya, que ya era sectariamente pro-sociata y nada catalanista, pase ahora a ser propiedad de un amigo íntimo del furbundo anti-catalán, populista, demagogo y gilipollas Juan Carlos Rodríguez Ibarra, me parece, peligrosísimo.
¿Dónde leches están los empresarios catalanes? ¿Pero es que no hay ni un rico en este puto país dispuesto a hacer país?
Coronel Von Rohaut
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