En estas fechas, aniversario de su asesinato por la ETA, aparecen numerosos panegíricos sobre el ex ministro del gobierno español, catedrático de economía y miembro destacado del PSC (*), Ernest Lluch.
Puedo lamentar su muerte, como persona (posiblemente hasta buena persona) y hasta como "culé" de pro. Pero no voy a derramar ni una lágrima por la memoria de este "botifler", anticatalán y "vendepatrias" que nunca se escondió de su antiindependentismo e incluso excusó o justificó el expolio fiscal, el desequilibrio o déficit de las balanzas fiscales de Catalunya frente a España, con un sofisma: la compensación que representaba el superávit comercial. Razón válida desde el "Pacto con la Corona" de la burguesía industrial catalana en los tiempos de la Restauración y que duró hasta poco antes (**) de la muerte del general Franco.
Pero que, luego, ya no ha tenido ninguna validez, ni razón de ser, ni sostén jurídico, según he explicado yo mismo recientemente.
Y una de las exequias (o recordatorio) mas sentidas en este aniversario las ha oficiado el locutor y "showman" (muy bueno) Javier Sardá, hermano de la actriz Rosa Sardá (muy buena), ambos "psoecialistas de pro" y contrarios al estado catalán y hasta casi a su autonomía; por lo menos una autonomía real y debidamente financiada.
Que se vayan todos a la mierda... ¡El muerto y los "vivos"!
Coronel Von Rohaut
(*) Pero que propició la desaparición de dicho PSC como grupo parlamentario propio en las Cortes y su inmersión y desleído, sumergido y ahogado dentro del grupo del PSOE.
(**) La entrada del "Opus Dei" y sus tecnócratas en el gobierno, el Plan de Estabilidad de 1959 y la progresiva liberalización de la economía española y su apertura al exterior, que culminó con la entrada de España en el Mercado Común.
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