martes, marzo 22, 2011

Y en Afghanistan la guerra sigue...



En los últimos meses han descendido las víctimas aliadas por explosiones de minas improvisadas, los IED's.

Pero gracaias a haber incrementado la búsqueda manual. Los mandos se dieron cuenta que los "scaners" montados en vehículos que pasaban rápidamente por un lugar en el que había una bomba enterrada podían no detectarla y esta, por ej., explotaba al paso de un transporte de tropas siguiente.

Decidieron bajar al suelo, "boots on ground" (botas en tierra), y volver al sistema usual en la II Guerra Mundial: pasar lentamente un detector de metales y hurgar con una bayoneta en los puntos sospechosos. Los soldados del Cuerpo de Ingenieros se juegan la vida o, por los menos, sus huevos; el desplazamiento de los convoyes se ralentiza, pero se ahorran vidas por las explosiones de los IED's. ¿Qué será de los miles de MRAP's (*) encargados, perdiendo el culo, por los Estados Mayores y, además, con gran diversidad de modelos que han vuelto loca la logística? Bueno, pero sus fabricantes ya habrán hecho su agosto... con unos vehículos generalmente pesados y poco maniobrables. Para ciertos teatros (¡hombre, claro! no es lo mismo para proteger convoyes de provisiones o abrir camino por carreteras peligrosas) yo sigo prefiriendo los ligeros vehículos de patrulla tipo SAS, inspirados en los del "Long Range Desert Group", romántico que es uno, y de los que ya hablé e ilustré en entradas antiguas.

Coronel Von Rohaut

(*) Vehículos "Mine Resistant Ambush Protected"

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