miércoles, junio 03, 2015

Lo he de decir

Es cierto que nunca me gustó el personaje del tal Lluis Prenafeta, que llegó a ser Secretario de Presidencia y la mano derecha de Jordi Pujol i Soley.

Y un muy buen amigo mío (y de Jordi Pujol), que tuvo relación con él ya al principio de su trayectoria política, incluso ya antes en el mundo de los Consejos Municipales, me decía entonces que el tal Lluis Prenafeta era un granuja o un sinvergüenza.

Pero ayer estuve totalmente de acuerdo con él cuando manifestó que "Jordi Pujol no se merecía la lapidación que estaba sufriendo".

Pujol habrá tenido sus luces y sus sombras, como todo humano tuvo fallos, incluso alguna gran cagada política (especialmente una que me sé, relacionada con la financiación de la la Generalitat de Catalunya, al principio de la Transición) y se equivocó en decisiones importantes (según mi opinión o mi leal saber y entender).

Pero el haber tenido oculta una cuenta en el extranjero, un "rinconcito" por si, debido a su catalanismo y militancia política activa, algún día hubiera tenido que huir del país por piernas y exiliarse fuera (como hubiera ocurrido si, por ejemplo, llega a triunfar el "golpe de Tejero"), para mi es una nimiedad, una minucia totalmente justificable y hasta un hecho habitual en el mundo político, especialmente el español y países tercermundistas (que España lo ha sido un poco...).

En cambio, sin el liderazgo y el buen hacer de Jordi Pujol, del President Pujol, en muchísimas ocasiones y en muchos temas, no se puede entender la política catalana, la propia historia, toda, de Catalunya, en los ultimos 40/50 años.

Alguien tenía que decirlo...

Coronel Von Rohaut

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