En un país normal, un rey constitucional no tiene opinión propia (o no la puede expresar) y sólo puede hablar por boca del gobierno del momento.
Pero España, señora, tiene de país normal lo que mis cojones de garbanzos.
Por ello, menos mal que el Rey, de vez en cuando, entre polvo y polvo, cacería y cacería y esquiada y esquiada, dice algo.
Ya ha sido bien poco; a preguntas de un periodista sobre qué le parecía la solución al problema del Ulster (Irlanda del Norte) cuyas negociaciones han alcanzado un cierto acuerdo, ha dicho "hay que intentarlo".
Pero para que no le machaquen, se ha apresurado a añadir que la situación del Ulster no tiene nada que ver con la del país Vasco, cuando en realidad tantas son las semejanzas.
Y a pesar de ello, sin demasiadas alharacas, porqué deben preferir que se hable poco del asunto, se han apresurado los voceros y panfletistas del PP, los Pedrojotas y Losantos, a decir que el Rey "mejor está con la boquita cerrá...", o que "mejor se ponga le lengua en el fistro del duodeno...".
Mierda de país...!!!
Coronel Von Rohaut
viernes, mayo 11, 2007
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