Liliam Thuram es un jugador del Fútbol Club Barcelona, francés negro caribeño, con la cabeza bien amueblada y que cuando habla no da la impresión de la indigencia cultural de muchos futbolistas, sean del color que sean.
Además parece un buen tío, humanista y preocupado por el racismo en el mundo, al que combate con su fuerza mediática, lo que entiendo dada su procedencia pobre y esclavista. Otros, cómo el Ronaldinho (y no quiero señalar), su fama y dinero solo los utilizan, al parecer y según cuentan, para folgar, beber, bailar samba y refocilarse.
Pero no puedo estar de acuerdo con todo lo que dice pues cuando culpa de todo a los blancos, está mostrando también un tipo de racismo.
Y en una entrevista que le hacen hoy, al preguntarle sobre sus orígenes y vida privada, dice que su madre tuvo que reemigrar a Francia desde la isla de Guadalupe, para trabajar mientras sus cinco hijos permanecían, de momento, en el Caribe.
Le preguntan por su padre y confiesa que no lo conoció y que los hermanos eran todos de padres distintos. A continuación añade que, en el Caribe, el concepto de familia es distinto.
Pues mira, mi querido Thuram, tu madre sería una santa y no dudo que se desvivió para criar a sus hijos. Pero iba por el mundo, cómo las perritas, follando a destajo por los bordillos de las aceras; aquí te pillo y aquí te mato. Y esto no es un concepto distinto de la familia, si no la inexistencia de una familia estructurada y civilizada, mas parecida al concepto de la "horda promiscua" tribal, habitual también, pero hace miles de años, entre nuestros ancestros europeos, cuando vivían en cuevas. Pero desde entonces, algo hemos evolucionado, gracias al derecho romano y a la moral judeo-cristiana, por mas que digas que los blancos somos unos bárbaros.
No te lo tomes mal.
Coronel Von Rohaut
jueves, mayo 15, 2008
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