¡ Ya basta de martingalas !

Que nadie más me vuelva a hablar de si nos echarán o no de la UE, de si nos dejarán permanecer o entrar en Europa o nos condenarán al hielo del vacío exterior.

Tanto el Presidente de la Comisión, Barroso, como el portavoz de la misma Comisión, ya han dejado establecido que la Comisión no se pronunciará mientras ningún país miembro no formule oficialmente la consulta. Y ninguno la ha presentado.

Mientras, toda opinión es una posición personal y tan válida como la mía o la de cualquier otro catalán. Y la posición favorable de muchos catalanes tiene mucha más verosimilitud económico-jurídica y práctica que la de los malvados castellanos y sus seguidores, los bufones traidores catalanes (*).

Coronel Von Rohaut

(*) Como cuando la Sánchez-Camacho (yo me niego, ni en coña, a catalanizar su apellido y a llamarla Sanchís-Quemascle, para no ofender a los catalanes), dijo que una Catalunya independiente obligaría a catalanizar sus apellidos a los españoles que optasen por vivir aquí y, para demostrarlo, aporta un decreto de la Generalitat que autoriza a hacerlo a "los que quieran". Esta señora confunde malévolamente "quien lo quiera" por "obligar", que es lo que siempre nos han hecho sus compatriotas castellanos en Catalunya. "¡Hable usted en castellano, coño!"