S-80, el primero de 4 programados, y que está construyendo Navantia en Cartagena (*).
Éste. Éste es el que pesa más de lo previsto y no flota...
Y como que Defensa no tiene presupuesto para sufragar su modificación (básicamente, alargarlo un buen trecho), se dice que es posible que el gobierno español, para no gastar más de lo previsto, dejará de adquirir uno de los 4. Por el mismo precio total (pero incrementando el coste unitario por culpa de la modificación) se quedarían con solo 3 unidades. O sea, el negocio de Roberto con las cabras (**).
¡Y viivaaa Españaa...! (poned vosotros mismos la música; aquella que por los campos de España le cantan al Barça cuando salta al terreno de juego...)
Coronel Von Rohaut
(*) Para no pagarle derechos a Francia, como se hizo con sumergibles anteriores, se quiso diseñar íntegramente aquí...copiando bastantes partes...
Y según cuentan malas lenguas, bajo el mandato de la gran ingeniera naval Carmen Chacón, entonces ministra de defensa, se le fueron añadiendo complementos, hasta que sobrepasaron la densidad límite (relación peso/volumen de la que depende la flotabilidad) y lo hundieron... O sea, si se hubiera sumergido, no habría vuelto a subir.
(**) Pero claro, como que "el dinero público no es de nadie", como dijo sagazmente una insigne economista andaluza, ministra de un gobierno "sociata". Era, precisamente, hija de Cabra, en la provincia de Córdoba y no, sus habitantes no son cabrones (si no egabrenses); pero alguno bastante cabrito.
2 comentarios:
Después de la jugada que le hizo DCNS a Navantia con el Scorpene, se la tenían jurada, y la culpa más que de la Chacón fue del primer ministro de industria del Zapatero que metió a un amiguete de director de Navantia que lo primero que hizo fue prejubilado y jubilar al personal que había trabajado en el Scorpene y los S-70, para colocar a sus amiguetes.
Tipycal spanish public enterprise.
Publicar un comentario