A pesar de las patrullas y vigilancia de los militares franceses, en Bangui, la capital de la RCA y en otras poblaciones importantes, no cesan las masacres ínter-étnicas e ínter-religiosas.
Ahora son mayormente las milicias cristianas las que, para vengarse del anterior dominio musulmán, intentan asaltar los comercios de los islamistas y escabecharlos. Yo quizás les dejaría hacerlo; claro que luego esto puede convertirse en una nueva Ruanda, y los soldados franceses estarían implicados y acusados de complicidad por la sociedad bienpensante.
Coronel Von Rohaut
martes, febrero 04, 2014
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