Hace cuatro días el Presidente Mas firmó un Decreto convocando una Consulta no refrendaria en Catalunya y el TC va y lo impugna (y el President lo acató), dejándolo en suspenso (*).
Estúpidamente, claro, desde un punto de vista político; pero España es así, señora, y desde hace siglos que no tiene remedio. Lo llevan en los genes (la estulticia, soberbia y cutre) y no dan para más.
Pero ahora y por segunda vez y sin que medie ningún Decreto firmado, ninguna orden oficial, directriz ni acción oficial por parte de la Generalitat, van y lo vuelven a impugnar. Han rizado el rizo de la estupidez, de la tara mental.
¿Qué pueden impugnar si no hay nada impugnable, si no hay nada? Pues posiblemente nos van a prohibir, a los catalanes, salir a la calle, ir a tomarnos un vermut, reunirnos frente a unas oficinas y poner una papela en una caja, todo voluntariamente y por nuestra cuenta...
¿Por la fuerza y utilizando los Cuerpos de Seguridad, los Guardias Civiles, las porras o las tanquetas...?
¡Pues ojalá, para que todo el mundo viera lo que, de verdad de la verdadera, es esto de España... ni una Democracia, ni un Estado de Derecho, si no una pocilga supurante...
Coronel Von Rohaut
(*) Al ser solo una Consulta y no un Referendum, la denuncia y correspondiente suspensión no hubiera tenido que ser aceptada por el TC, ya que no le correspondía. Tendría que haber ido al Tribunal Superior de Catalunya pero, entonces, no hubiera existido suspensión cautelar y al Gobierno le interesaba. Y ya se sabe que, cuando al gobierno le conviene algo, se pasa por el mismo forro de los cojones cualquier Ley, ni que sea propia... Que cuando dicen que España es un Estado de Derecho, lo dicen de coña para el "Club de la Comedia"...
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