Y llenó. Claro que en Barcelona a principios del siglo XX ya habían muchos "lerrouxistas" (*) y ahora hay "charnegos" no asimilados o rencorosos, a los que se suman algunos "progres" que gustan del Iglesias (a mi me gusta lo listo que es...)(**).
Pero no me gusta, y más bien me alarma que:
- Diga que no quiere que Catalunya se separe pues lo que quiere es cambiar a toda España. ¿Para que nada cambie en Catalunya...?
- Suena bién que diga, en su discurso, que España es un país de Naciones (que es lo que decíamos muchos catalanes cuando todavía nos creíamos que podía haber un encaje para nosotros en una España confederal). Y que nos reconozca el derecho a decidir (pero lo hace extensible a toda España, para cambiar la Constitución).
- Pero, como recuerda alguien, hace 35 años Felipe González, hace ya 10 años, el Zapatero, y ahora el Iglesias. Todos hacen promesas a Catalunya pero luego ni conceden ni cumplen. Vayámonos ya, que con los castellanos de Madrid (el gobierno y la capital del reino) no se puede negociar; siempre acaban por joderte y por robarte mientras se te mean en la boca...
- Y cuando, refiriéndose a David Fernández, lider de la CUP (un partido catalán de extrema izquierda, pero independentista), dice que él no se abrazaría con Rajoy pero tampoco con Mas, demuestra una gran miopía política: ambos no son comparables ni a la hora de cagar...
Coronel Von Rohaut
(*) Que, como mi pobre abuelo materno, eran inmigrantes del resto de España (en su caso de Valencia) que se dejaban embaucar por el verbo inflamado de Don Alejandro Lerroux, un andaluz que predicaba el odio a los burgueses (especialmente los catalanes) pero que acabó liderando un partido de derechas afincado en Madrid...
(**) No como el nuevo portavoz del PP, igual o más idiota que el anterior pero que, además, para meterse con Podemos ha de recurrir a la escatología. No tiene bastante con traer a cuento a Venezuela, como hacen los tertulianos simples y gilipollas tipo Inda, Rojo, etc.
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