El Pablo Iglesias, con sorna, malas palabras e incluso malos modos, sin ningún respeto ni caridad cristiana, se ha sacado de encima la eventual posibilidad de juntarse con los desgraciados de Izquierda Unida (ex-comunistas españoles, hijos de Santiago Carrillo), en las próximas elecciones legislativas españolas. Los ha mandado a la mierda, como partido. Y al Alberto Garzón, su actual líder, le ha invitado a entrar en Podemos (no dice si con los pantalones bajados...)
Para entonces su partido y siglas propias ya estarán bastante asentadas y no precisa cargarse con viejas mochilas inútiles.
Caso distinto fue en las recientes "municipales": en Catalunya, por ejemplo, no tenía estructura, y se alió con la muy mediática Colau. Y ésta, famosa por los desahucios, no tenía posibilidad de acceder a los minutos oficiales de las televisiones y aceptó ir con Iniciativa/Verds, que podían cederle sus tiempos televisivos.
Pero sería muy tonto, el Iglesias, juntarse (ni en Catalunya y para salvarle, y esto es lo que el ex-comunista querría para preservar su puesto de trabajo), en los próximos comicios, con el Joan Herrera, que lo implora como un loco. Éste pobre hombre está más que amortizado, es un cenizo, y su partido ya es tan solo unos restos arqueológicos llenos de polvo y moho...
Lo que si me gustaría es que, o bien en ERC o bien en la "lista del President", se pudiera aprovechar al también ex-comunista Raul Romeva, hombre inteligente y válido y reconvertido al independentismo, sin complejos; no como el ex-ciclista gilipollas y "caga-dubtes"...
Coronel Von Rohaut
jueves, junio 25, 2015
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