Cuando nos hacemos mayores nos volvemos adictos a los postres dulces y ahora me acuerdo de mi tío Ernest que, después de comer, siempre tenía a mano unas galletas "Birba", de Camprodón; como yo, sobre todo en invierno.
Y ahora, algunos días y con el buen tiempo, me tomo "un huevo frito", hecho con una mitad de melocotón "Hero" en almíbar, sobre un lecho de abundante nada montada o "crème Chantilly", todo bien fresco de la nevera.
Cómo cuando era pequeño y me lo hacía mi abuela.
¡Humm! Somos cómo niños...
Coronel Von Rohaut
(PS) En la imagen (de archivo), la imitación de las patatas fritas está hecha con manzana, que yo me ahorro...
domingo, junio 04, 2017
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