Ya me está tocando los cataplines tanta corrección política en el lenguaje. Que si catalanes y catalanas, que si obreros y obreras, etc. etc., como si de toda la vida el masculino genérico o inclusivo no hubiera valido para ambos genéros sin ningún problema. Y ahora quieren decir albañil y albañila o bedel y bedela lo cual, cuando menos, resulta ridículo. Pero algunas feministas son así y ¡que le vamos a hacer!
Luego están los colectivos de todo tipo que se quejan cuando se creen menospreciados, como una asociación de agricultores que hicieron suprimir un "spot" televisivo donde, para anunciar un producto alimenticio, salían unos actores parodiando el habla y el vestido de unos "payeses", por cierto con bastante gracia...Si aprendieran a reirse de sí mismos, igual que todos nosotros, lo pasaríamos mucho mejor.
Tampoco puede llamarsele "subnormal" a alguién que es un poco imbécil y de los que los hay a patadas, porqué es utilizar cómo insulto lo que es una minusvalía de alguién que se puede ofender, como los afectados del síndrome de Down (que merecen todo mi respeto). Pero "subnormal" sería peyorativo aplicado a ellos; pero no a los imbéciles, que lo són...
Y si para decir negro hay que decir "subsahariano", yo quiero que me llamen "subpirenaico". Porqué si yo no me enfado que me digan blanco, ¿porqué le ha de molestar a un negro que le llamen "negro"?. ¿O es que le molesta ser negro?. ¿O quien es el racista...?
Todos los idiomas están llenos de frases hechas que se vienen utilizando desde tiempos inmemoriales y que si bien en su orígen eran posiblemente una descalificación, su uso rutinario las ha convertido en inócuas, verbigracia: "trabajar cómo un negro", "que te enreden cómo a un chino", "hacer el indio". Y ahora está mal visto decir: "hacer el payaso". Un payaso será una excelente persona, pero es indudable que lo que hace profesionalmente son "payasadas". Y no digamos ya decirle a alguién, despectivamente, eres un "gitano"... Pués mire Vd., no todos pero si muchos gitanos, siguen haciendo "gitanadas" y que Diós te coja confesado...!
Hace años un publicista americano inventó la palabra "brainstorm" o "brainstorming", para designar una reunión en la que se practicaba una "tormenta de cerebros" o "lluvía de ideas" como se dijo en español y que consistía en que cada uno dijera la frase que quisiera, la que primero le llegara en mente, por más disparatada que la creyese y viniera o nó a cuento. Mediante la libre asociación y derivación de ideas y palabras, al final se podía dar con una frase brillante o un "spot", concepto o anuncio impactante.
Ahora parece ser que se quiere desterrar esta palabra ("tormenta cerebral"), para no molestar a los... epilépticos...!!
¡Hostia tú...! hay gente que se la coje con papel de fumar. Pués mira, yo les seguiré llamando "idiotas" a los idiotas y "maricones" a los maricones...
Coronel Von Rohaut
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