Irlanda y Europa

Los irlandeses han votado "no" al Tratado de Lisboa, con lo que pueden dejar sin mini-constitución a los casi quinientos (500) millones de habitantes de los 27 estados que conforman la Unión Europea.

Y los irlandeses que han votado que no, han sido el 53,4% de los que han ido a votar. Con una abstención del 46,6% en un país de por sí ya pequeño y poco habitado, los que han influido sobre los 500 millones de europeos han sido, en realidad de la buena, exactamente cuatro gatos mal contados.

Por mas democrático que sea, no es ni justo ni moral. Las decisiones que afectan a la totalidad de los habitantes de Europa deberían ser votadas, libre y democráticamente, por la totalidad de los europeos, a la vez y dentro de una circunscripción electoral única. Y lo que vote la mayoría de europeos debería ser válido y vinculante para toda Europa, sin derechos de "veto".

Igual que el nuevo Presidente de la Comisión Europea, o un futuro Presidente de Europa, debería votarse directamente por todos los europeos y no ser fruto de unas proporciones, unos apaños o unos cambalaches.

¡ Por Dios ! Claro que los irlandeses han de tener derecho a votar y decidir, sin interferencias, aquello que sólo les incumbe o atañe a ellos. Exactamente igual que los quebequeses han votado varias veces, en "referenda", si quieren o no seguir perteneciendo al actual Canadá de mayoría anglosajona; y en consultas limitadas a los propios habitantes del Québec, de mayoría francófona y sin que hayan tenido ni voz ni voto los habitantes de Toronto o de Vancouver; de Calgary o de Saskatchewan (*).

Cómo igual deberían tener derecho (y moralmente, tenemos) vascos y catalanes, a decidir sobre su destino, sin que ningún "referendum" pueda también dilucidarse en Sevilla o Badajoz. Ni que sea en Madrid donde decidan si tenemos derecho o no, que nunca lo tendremos, porqué no les interesa.

Lo que no pueden los irlandeses, con el peso de su 1% del total de la población, es decidir sobre todos nosotros.

Lo que si pueden los irlandeses, si no les gusta cómo va a quedar Europa, es largarse, irse, "independizarse", fuera..., a la mierda. Pero, ¡eso, sí!, antes de irse con viento fresco, que le devuelvan a Bruselas todos los millones de ayudas y subvenciones que Europa les ha dado (los segundos que mas han chupado, después de los bravos y orgullosos hidalgos españoles) y que les ha permitido, en 25 años, pasar de ser el país mas pobre de la Europa Occidental, al segundo más rico (en renta por habitante, son pocos...) después del Gran Ducado de Luxemburgo (aún son muchos menos).

Igual que el Reino Unido, Suecia, Dinamarca, etc., que hubo que hacer modificaciones, excepciones y aplazamientos de ciertas normas, leyes o directivas, para que entrasen. Y se quedaron fuera del sistema monetario europeo de pagos y divisas, el euro. O sea, entran para aprovechar las ventajas del mercado único pero quieren conservar ciertos privilegios. Y en pro de la unidad, se les acepta. Yo los echaría, también, a la puta calle y que vuelvan cuando estén dispuestos a estar, cómo los demás, a las duras y a las maduras.

Noruega rechazó, después de varios "referenda", entrar en la UE y se quedó fuera, porqué así le interesaba. Quizás dentro de poco, cuando se les acaben los ya muy agotados yacimientos petrolíferos del Mar del Norte, vengan a pedir unirse al resto. Bienvenidos; pero de momento no nos habrán costado nada.

Mientras que los irlandeses, con las ayudas europeas (y, todo hay que decirlo, con una política económica, fiscal y tributaria, muy liberal e inteligente), se han convertido en sede de muchisimas multinacionales, particularmente americanas. Y ahora nos lo pagan así... ¡ Fuera ! ya verás cómo vuelven corriendo...

Al que no lo guste, que se vaya. Cómo yo, que no me gusta estar ocupado y colonizado por España y me quiero ir de éste estado-ladrón, pero no me dejan. ¡ Ah claro ! ya lo entiendo... Porqué en este caso son ellos los que me chupan la sangre hasta dejarme tísico.

Coronel Von Rohaut

(*) Me encanta escribir esta palabreja...