Ya sé que hablar hoy del Losantos, cuando todo el mundo habla de él por la condena que ha recibido por insultar, no es original.
Y he de confesar "mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa", que yo, empeñado en evitar, siempre que puedo, un lenguaje "políticamente correcto", que me repatea, también insulto tanto cómo puedo. Sólo que yo no soy nadie y no lo hago a través de un medio de difusión masiva. Y cuando de un tío digo que es burro, es que es muy burro...
Y también quiero confesar y confieso que yo soy de los que, cada día, me despierto con los rebuznos de este impresentable "facha" y neo-falangista.
Lo que me permite recargar toda mi mala leche y salir a la calle dispuesto a cagarme en la madre del primero que se me cruce.
También ahora me he enterado que no soy el único y que muchas otras personas, incluso conocidas y muy principales, lo hacen y por igual motivo. (Aparte los taxistas, particularmente los madrileños pero también de aquí, que le tienen verdadero cariño...)
Antes, el Losantos acababa siempre reconduciendo su dialéctica contra el pobre Pujol. Empezaba hablando de cualquier cosa, de la previsión del tiempo o de la poesía nazarí y acababa culpando de todo al Jordi Pujol. Ahora que el Pujol se ha jubilado, suelta todos sus insultos, mentiras, sandeces, maldades, calumnias, improperios, injurias y groserías ofensivas a granel, contra los catalanes, catalanistas o no y ya por el sólo hecho de serlo. Incluidos los mismos socialistas españolistas del PSC, a quienes insulta con lo que, según él, debe ser el colmo de lo peor que se puede ser en este mundo: "nacionalista", catalán, claro ya que él mismo es el paradigma del nacionalismo español mas rancio, excluyente, cavernario, carpetovetónico y mesetario.
Ahora se mete con el Rajoy y, siempre, con el Zapatero o cualquier miembro (o miembra) del PSOE. Pero es incidental y/o rutinario. Su "bestia negra" constante es todo lo catalán, con lo que tiene una verdadera fijación psicótica.
Y creo conocer el motivo de dicha fijación y de su mala leche en general. El Losantos es, practicamente, un enano con cara de sapo y esto le produce un tremendo y frustrante complejo de inferioridad. Y cuando estuvo viviendo en Barcelona intentó, repetida e infructuosamente, introducirse en los ambientes culturales e intelectuales catalanes, de los que fue rechazado, diría yo que a patadas y con razón ya que mostraba, ya entonces, un marcado anticatalanismo visceral. Esperar que te acojan en la casa del que insultas ya muestra el nivel mental y el grado de subnormalidad del "pájaro" en cuestión.
Por mí, vale, que se vaya a la puta mierda.
Coronel Von Rohaut
martes, junio 17, 2008
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1 comentario:
Pues tambien tienes ganas de hacer mala sangre escuchando al tipejo este a diario.
A mi como me resulta vomitivo, pues no lo escucho. Se vive mas feliz.
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