Entusiastas de todas las medidas encaminadas a desterrar la piratería de las costas de Somalia pero reticentes a la hora de colaborar activamente (*), finalmente los sudafricanos han decidido enviar una fragata, la SAS Mendi, de la imagen de arriba y de construcción reciente alemana, a unirse a las demás marinas multinacionales que operan en el Índico.
Pero también otra fragata sudafricana, la SAS Drakensberg (**), navega hace días frente a las costas de Costa del Marfil y desde la que se podría dirigir una posible intervención armada si así lo decide la ECOWAS (Comunidad Económica de Países del Oeste Africano) para instalar en el poder al presidente electo Alessane Ouattara, que sigue residiendo en el Hotel del Golf a pesar que en la prensa occidental ya casi ni se hable de este tema no resuelto.
Por otra parte, rumores señalan que, sin el apoyo oficial de las autoridades pero alentados por personalidades del régimen, también en Sudáfrica se estarían reclutando mercenarios para "un golpe de mano en un país del Oeste", que podría ser Costa del Marfil. Sudáfrica (los colonos blancos) tiene una larga experiencia en crear y formar fuerzas mercenarias y se considera que un golpe de mano sería más eficaz, para echar a Laurent Gbagbo encerrado en el Palacio del Gobierno, que una operación militar en toda regla.
Ya veremos.
Coronel Von Rohaut
(*) Malas lenguas decían que a Sudáfrica podría no molestarle que, por culpa de la piratería, parte del tráfico del Canal de Suez se desviara por el Cabo de Buena Esperanza, como ya ocurrió cuando el canal se cerró por el conflicto con Israel.
(**) Bonito nombre (Monte del Dragón) de raíces "afrikaans". No creo que su comandante sea ningún negro, por más que estos se hayan independizado y dominen el gobierno...
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