Al parecer cada día es más habitual el ver, en alguno de los "bunkers" secretos en los sótanos de la CIA, en su sede de Langley (Virginia), dos personas: una, un piloto de la compañía, sentado frente una pantalla y dirigiendo un "drone" sobre los cielos de Pakistan, con una mano en el "joystick" a punto de lanzar un "missil" sobre algún sospechoso localizado debajo y, la otra, un abogado estudiando si el que va a disparar cumple todas las normas y reglas que impidan una posterior reclamación del gobierno pakistaní.
¡Joder, qué tropa! Esto ya no es guerra ni es ná...
Coronel Von Rohaut
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