- Su coste brutal y disparado hace que solo se puedan adquirir pocos y no se podrán reemplazar los actuales F-15 y F-16 de 4ª generación cuya flota, envejecida, se acerca a las 2.000 unidades.
- Está demostrado que, en algunos teatros y bajo según que condiciones de combate, los aviones modernos son menos eficientes que los antiguos. Los nuevos pueden hacer cosas que los antiguos no podían, pero a un coste astronómico y que no son las más habituales en circunstancias actuales y habituales. Aparte de grandes problemas de mantenimiento y disponibilidad.
Pero uno de los que apuestan por volver a los viejos caza-bombarderos de la generación anterior (y los más usados en todas las aviaciones importantes del mundo) es el teniente coronel Christopher Niemi, que fue piloto de pruebas del F-22 y luego comandó un escuadrón de dicho moderno avión, el "no vá más" de la tecnología aeronáutica. Y el general Harry Wyatt, Jefe de la Air National Guard y por ello, principal responsable de la defensa del cielo americano, ya recomendó hace tres años al Pentágono, la adquisición de renovados y modernizados, pero más económicos, aviones de los anteriores modelos, para mantener operativos y con todos sus componentes, los escuadrones de defensa aérea.
En mi caso, y como en otras ocasiones, mi nostalgia por los viejos "warplanes" podría influir en mi criterio (*). Y en el ánimo del general podría mediar su interés por tener, bajo su mando, el mayor número posible de aviones. Pero no creo que ninguna de estas variables influya en la opinión de un piloto de pruebas de F-22 "Raptor".
Coronel Von Rohaut
(*) A veces todavía sueño con "Mustangs", "Corsairs", "Skyraiders" y "Sabres"...
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