La vida en las trincheras de la IGM era verdaderamente dura; a falta de pan y carne, para hacer pasar el frío intenso con los piés en el barro y para remontar los ánimos y hacer que los soldados, una y otra vez, se levantaran y salieran para lanzarse al combate (y a una muerte casi segura), se les repartían abundantes raciones de aguardiente, llamada "gnôle" como palabra de "argot militar" que luego pasó al lenguaje diario coloquial.
"Prendre un coup de gnôle" (tomarse un golpe de aguardiente equivalía a tomarse un trago y atontarse).
Coronel Von Rohaut
miércoles, junio 29, 2016
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