Hace algunos días, y en relación a los militares occidentales que cuidan de entrenar y formar a los componentes de las fuerzas de seguridad afghanas o soldados de su incipiente ejército regular para que puedan combatir por su cuenta a los insurgentes, hacía yo referencia a los temores que estos, una vez armados, se unan a la insurgencia contra su propio gobierno, porqué no son nada de fiar...
Pero aparte de estas dudas políticas, los militares aliados tienen que soportar la convivencia diaria con estos indígenas, con costumbres higiénicas y alimentarias más que dudosas, por no decir asquerosas.
Un ejemplo: los soldados afghanos no aceptan, bajo amenaza de desertar, pasar muchos días sin recibir la visita de sus esposas, a las que se follan en cualquier rincón del cuartel o apoyadas en las paredes de los barracones, a la vista casi indisimulada de los demás habitantes, lo que no es un espectáculo nada edificante...
Luego me vendrán los "progres" de siempre, que naturalmente jamás han estado allí, sobre el terreno, diciéndome que todas las culturas o costumbres son igual de respetables...
Pues no. A la mierda, putos moros !!!
Coronel Von Rohaut
viernes, enero 15, 2010
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