Pero durante las guerras, preparar las playas o costas de los desembarcos significa someterlas, durante los días anteriores, a intensos bombardeos aéreos para ablandar sus defensas y obligar a las primeras líneas a recular hacía el interior o impedir que a ellas lleguen refuerzos.
Los días previos al Dia "D" de Normandía, aviones como el Consolidated B 24 Liberator, y aviones británicos sometieron toda la costa normanda y sus aledaños (no solo los puntos de desembarco, para no avisar o dar pistas) a un intenso bombardeo.
Y en la noche previa al desembarco, todos los cañones de todos los calibres de la flota de invasión (*) estuvieron pilonando las playas, hacía las que se dirigirían las lanchas de desembarco, a las que sometieron a una oleada de fuego y acero.
Igual que años antes habían hecho en las playas de Guadalcanal y luego siguieron haciendo en todas las islas que, una a una, se iban recuperando de los japoneses en el Pacífico.
Y mientras dichas lanchas se acercaban a las playas, todavía enjambres de caza-bombarderos aliados, con las barras de la invasión pintadas en sus alas, las sobrevolaban para lanzar sus bombas en picado y cohetes sobre las fuerzas defensoras alemanas emboscadas en lo alto de las playas.
Pero a pesar de todo ello, al llegar los soldados de infantería y desembarcar, especialmente en Omaha Beach, fueron recibidos por un intenso fuego de barrera alemán, con el característico sonido de sierra mecánica que le daban a las ametralladorasMG-42 (un diseño de Mauser) su brutal cadencia de fuego. Fue una carnicería.
Coronel Von Rohaut
(*) Una "armada" o flota militar de más de 6.000 buques de guerra y transportes, todavía hoy la mayor de toda la historia de la humanidad.
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