Felipe, hijo...

Esto que has venido a contarnos aquí, que España, siendo una, puede ser diversa, que juntos valemos más, que el catalán es una lengua estimada por tí que consideras como propia, y que unidos, tu que tanto nos quieres y respetas, podemos tener grandes esperanzas; que vendrás a Catalunya más a menudo para reforzar nuestros vínculos, etc., todo esto ya vino a contárnoslo tu padre, el bonobo (*). Muchas veces.

Pero lo que jamás hizo y, por lo que estoy viendo, tu tampoco tienes cojones de hacerlo, es ir a contarlo en Jerez, en Badajoz o en Valladolid.

Porqué aquí, antes, ya estábamos de acuerdo en esto, ya lo aceptábamos y solo reclamábamos un poco mas de reconocimiento a nuestra singularidad y algo menos de desprecio y, sobre todo, de expolio, de robatorio continuo y excesivo por parte de la España castellana, ávida y depredadora.

Porqué fuera es donde no nos aceptan como somos y solo desean seguirnos explotando como siempre; se han acostumbrado a chupar de la teta catalana, ni que ésta se vuelva tísica... Y no nos quieren, en absoluto; para nada. Solo aceptan la rendición total, la asimilación sin condiciones...

Y ahora ya no. Ya has hecho tarde aún que quisieras rectificar el tiro. No podemos confiar en los castellanos, nos han engañado demasiadas veces y ya no tragamos más. Ya solo nos queda la secesión, independizarnos y hacer nuestro camino, solos y libres.

En un momento dado hasta hubieron voces (yo mismo lo dije, pero tapándome la nariz), que propugnaban una especie de Commonwealth: una Catalunya con autonomía plena y total, absoluta en el plano político, económico y cultural (como Australia o el Canadá), pero conservando un vínculo con la Corona Española, con el Rey de España como Jefe de Estado, como soberano aceptado y compartido. Pero ni esto escuchó jamás el bonobo (preocupado solo por el estado de su bragueta) y ahora tampoco ya no cabría.

Hubiera sido una solución de compromiso, no aceptada ni bien vista al 100% por nadie, pero válida para salir del callejón sin salida. Pero hasta en esto has hecho tarde, querido... Ya la Leticia no podrá ser Condesa de Barcelona, por lo menos legal y moralmente...

Coronel Von Rohaut

(*) El bonobo, como sin duda ya sabes, es el más lúbrico y follador de los micos.