En el Colegio de Ingenieros de Obras Públicas de Catalunya viven una situación que parece calcada a la de la misma Catalunya/Nación.
Integrados, por cojones, en el Colegio Español, los ingenieros catalanes sufren un ahogo económico; son, de largo, los que más dineros aportan al Colegio con sede en Madrid y con sus cuotas y son, también de largo, los que menos dinero reciben de Madrid, que reparte los ingresos a su libre albedrío (y quien parte y reparte, se queda con la mejor parte...).
Y ante la decisión de los catalanes de pagar sus cuotas directamente al Colegio catalán, el Colegio español les amenaza, como ya es habitual y casi parece un chiste, con los tribunales y la Ley (española, por descontado...).
Es que, me gire por donde me gire, no veo ni una triste señal, ni un simple indicio que me pueda hacer creer que los catalanes, bajo el gobierno de España, podamos estar mejor que independientes. Como ya decían, como divisa, unos catalanes de principios del siglo XX: "¡Nosaltres sols!"
Coronel Von Rohaut
martes, abril 07, 2015
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