No el "asomarse al exterior" como proclamaban unos letreros en las ventanas de los trenes de mi juventud, si no "muy peligroso", enfrentarse a los poderosos que mandan en este mundo.
A mi me encantaba el estilo "motard", desenfadado y un poco chulesco del ministro griego Varoufakis que, ademas, no era ningún "friki" si no un economista de muy buena formación. Pero acumuló el odio de los "señoritos encorbatados" de Bruselas y, para no entorpecer los necesarios arreglos de Grecia con la Europa de los vampiros, y a pesar de haber ganado su posición por el "No" en el referéndum, ha dado un paso atrás y ha dimitido, se ha auto-inmolado al euro.
Me sabe muy mal...
Por cierto, en las teles españolas y durante la campaña del referéndum griego y para apoyar la postura de la Merkel, en muchas cadenas de televisión mesetarias (donde medran los ultraderechistas hispano-castellanos) no paraban de mandarle este mensaje a los Tsipras/Varoufakis: "el que paga, manda".
Y esto, que es cierto y ya se lo escuchaba decir a mi abuela ("qui paga, mana"), es cierto en todo el mundo mundial, excepto en Catalunya: donde los catalanes "pagamos" (y mucho, a nivel de expolio nacional, requisa y confiscación fiscal) pero quienes mandan, después de coger y malgastar nuestro dinero (nuestros impuestos), son los castellanos de Madrid.
"¡Cagüen Diez, algo huele a podrido en Hispania!"
Coronel Von Rohaut
lunes, julio 06, 2015
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