Leo en la prensa de hoy un artículo de Teresa Pamies de 1974 en el que habla de sus recuerdos de "la molsa", el musgo natural, grueso, verde oscuro, esponjoso y húmedo, que en su casa ponían en el pesebre, nacimiento o Belén de Navidad.
Se mostraba nostálgica y no te digo como se sentiría ahora que creo que este elemento vegetal de las tradiciones navideñas catalanas (usado junto con el corcho con el que se hacían las montañas) ya ha desaparecido. Se utiliza musgo artificial.
En mi casa también adquirían "molsa" para el pesebre pero cuando el belén ya lo decoraba yo, ya era dificil encontrarla; había poca y era cara ya que estaba prohibido o muy reglamentado el ir a arrancarla al bosque, de las rocas de río o lugares húmedos en los que crecía naturalmente; y me parece bien ya que su reproducción era lenta y creo que hasta el cultivarla era dificil. Y me parece bien que, el que queda, no se arranque, ya que es beneficioso para el ecosistema.
Todo pasa...
Coronel Von Rohaut
viernes, diciembre 18, 2015
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