Ayer la estaba comiendo en el curso de una barbacoa con mis cuñados, hijos y sobrinos, y me vino a la memoria una anécdota que, supongo, a nadie va a importarle ni una puta mierda.
La primera vez que yo probé el "all i oli", cuya visión me repugnaba un poco, fue a los 4 o 5 años cuando, estando mi padre prisionero en un campo de concentración alemán, una tarde de verano o primavera, como ahora, fuimos con mi tío Ernest (hermano de mi padre y que era mi padrino) a cenar a la "Font d'en Fargas" que entonces era un muy conocido merendero a las afueras de Barcelona (y hoy es casi un barrio céntrico de la ciudad y de la fuente, a cuyos alrededores de monte bajo mi abuelo hasta había ido a cazar conejos, no queda ni el recuerdo).
Me dió un trozo de salchicha asada (hecha a la brasa y que ya entonces me volvía loco) disimuladamente embadurnada con "all i oli". Lo encontré delicioso.
Y desde entonces no he parado...
Coronel Von Rohaut
lunes, junio 13, 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario