Es el delicioso pescado que, al creer que no llegaría a tiempo para el banquete que estaba preparando para el rey Louis XIV y su séquito de 300 personas, el cocinero y "Maïtre d'hotel" del Prince de Condé (el "Grand Condé", propietario del Chateau de Chantilly, imagen de abajo), François Vatel, se suicidó.
A mi es, de largo, el pescado que mas me gusta y mi pescatero del "Mercat de Sant Gervasi", si se lo encargo, me reserva un par de rodajas centrales de turbot salvaje de 4 o 5 kilos. Pero me cuesta mucho cocinarlas, ni que sea simplemente al horno (no le encuentro el punto y por el tamaño las rodajas son difficiles de manejar) y mi hijo me tiene dicho que deje de atormentarme con cosas que no sé hacer (igual teme que me suicide como Vatel) y vaya a comerlo tranquilamente al restaurante "Carballeira" del Puerto de Barcelona, cerca de Correos, en la entrada de la Barceloneta.
¿Para qué complicarte la existencia si te lo dan guisado?
¡Coño, no se me había ocurrido que las largas rodajas podían dividirse en dos mitades...!
El pescatero ya me ofrecía cortarlas pero a mi me hacía tanta gracia el verlas enteras...
Coronel Von Rohaut
(PS) En Francia, a la nata montada, la llaman "Crème Chantilly", como al castillo (¿la inventarían allí?).
Y al turbot o rodaballo, en catalán correcto, yo juraría que es "rèmol". Lo de turbot es una francesada,,,
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario