Algunos países africanos, valientes, han declarado la guerra a los cazadores furtivos que están diezmando la ya amenazada fauna africana salvaje, especialmente elefantes y rinocerontes casi exterminados.
Y algunos de estos países, en una decisión que yo alabo, han ordenado a sus vigilantes rurales y de parques naturales que disparen a matar contra los furtivos, que trabajan para multinacionales que suministran a los "tarados" multimillonarios asiáticos, especialmente chinos, que creen que el cuerno de rinoceronte, que no es más que pelo recubierto de queratina, tiene propiedades afrodisiacas y se la pondrá dura a viejos decrépitos e impotentes además de supersticiosos y analfabetos.
Coronel Von Rohaut
martes, julio 25, 2017
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