La educación de los hijos

Muchas veces he criticado La Contra de La Vanguardia por su afición en entrevistar a autores de libros de "autoayuda", que no son mas que charlatanes y sacamuelas que viven a costa de los badulaques que les leen. O a "gurus" indios o lamas tibetanos, procedentes de países analfabetos y literalmente muertos de hambre, que pretenden enseñarme a ser feliz, a mí que como caliente todos los días.

Pero hoy sale un juez de menores de Granada, un tal Emilio Calatayud, que parece un "gran tío". Al parecer es famoso por sus sentencias creativas y salvo en casos especiales, antes que mandar a sus "choricillos" cómo les llama, a la cárcel o al reformatorio, de donde saldrán peores, prefiere enviarlos a limpiar paredes o a cuidar viejos y paralíticos. Mientras vigile que la sentencia se cumpla y no quede en agua de borrajas y mientras compruebe que los resultados son positivos, a mi me parece de cojones...

Y preguntado a que atribuye el alto índice de delincuencia juvenil, violencia, alumnos que pegan a sus maestros, hijas que le atizan a sus padres, etc., contesta, con su experiencia de años, que todo es culpa de los padres que, ante el miedo a ser tachados de represivos (o por pura pereza y comodidad, añado yo), han hecho dejación de toda autoridad. Antes que padres y por lo tanto, a veces, represores y autoritarios, han preferido ser colegas; no les niegan nada a sus hijos, no les reprenden por mas gamberradas que hagan y esto ya desde muy pequeños, se ponen a su favor y se encaran con los maestros y profesores, aunque sea sin razón, ni, vuelvo a añadir yo, les dan una buena hostia de vez en cuando (no soy partidario de pegar, ni mucho menos, pero una hostia bien dada en un momento dado, puede ser muy beneficiosa !!!). Y así salen ellos, de salvajes y mal educados, que ni ceden el paso en la calle, ni se levantan de su asiento en los transportes públicos, ni ante una señora ni siquiera ante una viejecita o un tullido.

El nuevo gobierno francés tiene previsto legislar que entre maestros y alumnos no se pueda tutear (ya en la actualidad es poco frecuente, en Francia, que los alumnos tuteen a los profesores, no cómo en España que mas que una escuela parece una francachela) y que se levanten cuando entre el profesor en clase...

Menos mal que todavía queda algún país civilizado.

Coronel Von Rohaut