La divulgación

Normalmente a los escritores que se dedican a la divulgación artística o científica, se les acusa de poco intelectuales (cómo si la ciencia tuviera que ser siempre oscura y abstrusa), de banalizar los temas, etc.

Pero a veces, hacer comprensible para la gente normal cómo tú o yo lo que de por sí es profundo o abstracto y sin simplificarlo en exceso, puede resultar complicado y hay gente que lo hace o lo ha hecho muy bien.

Otras veces he hablado del astrónomo judío-americano Carl Sagan, Doctor por la Universidad de Chicago y catedrático de la Universidad de Cornell y que trabajó para la NASA. Pero que a su formación científica (fue de los primeros en prevenir del cambio climático y de los peligros del invierno nuclear, después de observar la atmósfera del planeta Venus) unía una gran habilidad comunicativa, carisma personal y escribió varios libros.

Su obra mas conocida fue el documental "Cosmos", presentado por él mismo y tremendamente pedagógico. Creo que lo emitió la PBS (televisión pública estadounidense) en 1980 y existe en DVD y se puede bajar de Internet . Luego lo pasaron mas de 60 televisiones mundiales y es el programa científico mas visto de la historia. Muchos científicos e intelectuales modernos han afirmado que viéndolo les vino el interés por la Ciencia. Incluso su banda sonora era interesante, con piezas clásicas y canciones de Vangelis.

Y ahora me viene a la memoria un gran programa de divulgación musical, de música seria o sinfónica.

Fue una serie de conciertos en los años 60, dirigidos por Leonard Bernstein (¡mecachis! otro judío-americano y no confundir con el compositor de bandas sonoras, Elmer Bernstein, si bien Leonard también compuso música para películas: West Side Story y Un día en Nueva York).

Al frente de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, de la que era titular y que eran transmitidos en directo por la cadena de televisión CBS, en horario infantil pero no en horas escondidas cómo, años después creo se pasaron en España, sin pena ni gloria.

Conciertos amenos e instructivos, en los que Bernstein se dirigía directamente a los niños asistentes en la sala de conciertos y les explicaba el porqué de cada movimiento, las diferencias entre un "allegro" o un "andante", en que consiste un "concierto" o una "sinfonía", en que se distingue una obra de Mozart de una de Bach.

No le caían los anillos si, para ilustrar sus explicaciones, tenía que tararear una canción infantil (yo le oí Sur le pont d'Avignon y Il était un petit navire, canciones tradicionales francesas, que las hacía cantar a todos los asistentes). Ni a los músicos de la orquesta, serios y solemnes profesores, les dolía hacer payasadas si así divertían y fijaban la atención de los niños espectadores.

Y estos programas, cultos y formativos, los pasaba una emisora comercial. ¿Se imagina alguien, en España, a Telecinco, contratando a la Orquesta Nacional, dirigida por un primer espada y pasando un programa cultural de música u opera en "prime time" o en lugar del "Tomate"?

¡ Pues eso...!!!

Coronel Von Rohaut