Veo un anuncio de promoción de las fuerzas aéreas españolas y de glosa de la paridad entre hombres y mujeres, con un primer plano de la bella teniente-piloto Rocío (de la que en su día ya hablé) que, además de mona, obtuvo el número uno en su promoción de la escuela de "caza y ataque". O sea, una chica de bandera y de armas tomar.
Pero mi hijo me pregunta: "¿las mujeres han entrado alguna vez en combate, en guerra?" Y he de decirle que, básicamente, no y nadie sabe cómo se comportarían. Unos creen que se hundirían animicamente y se echarían a llorar; otros creemos que, al menos las que estuvieran bien entrenadas, resistirían igual o mejor que muchos "machitos".
En la Primera Guerra Mundial (y antes) las mujeres sólo habían actuado cómo enfermeras y jamás en primera línea. Ya en la Segunda Guerra Mundial, la URSS, la Santa Madre Rusia de Stalin, utilizó a mujeres como conductoras de tanques y camiones y, sobre todo, cómo pilotos de guerra. Pero eran unas señoras de aspecto masculino, cómo las deportistas de la URSS que lo ganaban todo en las competiciones de los años 50, pero eran peludas cómo camioneros...
También en la Luftwaffe de la Alemania de Hitler hubieron aviadoras famosas cómo Hanna Reitsch, piloto particular de Hitler y que fue piloto de pruebas en, por ejemplo, la versión tripulada (y prototipo fallido) de la bomba volante V-1. Pero nunca entró en combate.
Los Estados Unidos utilizaron mujeres aviadoras pero sólo en el servicio de "ferry" que consistía en trasladar, volando, aviones desde las factorías de fabricación hasta sus bases (de costa a costa o hasta Gran Bretaña), con lo que ahorraban pilotos de combate para este menester. Una de las creadoras del WAAC y del WASP (Women Airforce Service Pilots), fue Jacqueline Cochran, después casada con un millonario que, entre otros negocios, era el principal accionista de la Convair y de la compañía aérea Northeast Airlines.
Jackie, ya antes de la guerra, había participado en competiciones aéreas y luego fue la primera mujer en volar un bombardero sobre el Atlántico, la primera en despegar de un portaaviones, la primera en volar con un reactor, un caza F-86 "Sabre" y la primera en superar la velocidad del sonido y obtener varios records de distancia, altitud, etc. Alcanzó el grado de Teniente Coronel de la U.S. Air Force, pero tampoco jamás participó en combate.
En las guerras posteriores, de Corea (con su "Mig Alley") y Vietnam (con su "Infierno sobre Hanoi"), no había todavía mujeres en el cuerpo de pilotos de los USA. Más tarde sí se incorporaron pero no han habido más guerras, propiamente hablando. Por lo menos, no combates aéreos tipo "dog fight", ya que tanto en la Guerra del Golfo cómo en la siguiente de Irak, la aviación aliada sólo bombardeó o realizó operaciones de sostenimiento y de apoyo o ataque al suelo. Si en algún caso, aparatos de caza americanos se encontraron con aviones iraquíes, éstos, sólo al escuchar el "clik" del enganche de radar enemigo, escapaban cómo alma que lleva el diablo.
Por ejemplo, en la larguísima vida activa del poderoso y precioso caza aeronaval F-14 "Tomcat" (30 años de servicio), sólo se han producido dos enfrentamientos directos por lo que, a pesar de su fama e indudables aciertos, nadie sabe cómo hubiera respondido realmente en caso de conflicto continuado. Se trató de dos combates contra, en el año 1981, dos Sukhoi SU-22 libios y en el año 1989 contra dos Mig-23 también libios y en ambos casos sobre el Golfo de Sidra. Y en las dos ocasiones los Grumman F-14 derribaron, gracias a la mayor pericia y formación de sus pilotos, generalmente superiores los de la U.S. Navy a los de la U.S Air Force, (¿os acordáis de la "peli" "Top Gun"?) pero sobre todo a su electrónica y missiles más eficaces y de mucho mayor alcance, a los desgraciados pilotos "moros" en aviones rusos....
Y todos los pilotos y operadores de radar de estos "Tomcat" F-14 eran hombres cuyos nombres y graduación se conocen. Y del segundo combate con los "Mig", existe la transcripción original de las comunicaciones, durante el enfrentamiento, entre los dos aparatos (Gipsy 204 y Gipsy 207) y el Mando Aereo (Alpha Bravo) del portaaviones "John F. Kennedy".
Israel es el país que antes y mejor ha incorporado mujeres en sus fuerzas armadas si bien no estoy seguro que las haya en la IAF o fuerza aérea (Heyl Ha'Avir). Quizás ahora ya sí y me alegraría.
Sí las hay en el ejercito de tierra o Tsahal y, al igual que los hombres si bien por menos duración, todas cumplen con el servicio militar obligatorio y posterior pase a la reserva activa. La poca población del país, las hace imprescindibles.
Pero si bien las chicas (por cierto y en gran proporción, bellísimas) reciben la misma y dura preparación en armas y para el combate, por lo menos en mis tiempos no las incluían en los cuerpos de asalto o de combate en primera línea. Lo que no excluye que corran riesgos y tengan que luchar, lo que acostumbran a hacer de forma excelente cuando es necesario.
Y también es posible que ahora estén mas implicadas ya que las he visto montadas en carros de combate, entrenando en cuerpos de paracaidistas y cómo franco-tiradoras. Si también ya lo hacen las españolas, inglesas, francesas y americanas, ¿no lo van a hacer y mucho mejor las israelíes?
Pero piloto de combate y en "dog fight" en plena guerra abierta, lo sigo dudando... Cómo tampoco hay ninguna chica (todavía) en las patrullas militares o "teams" de acrobacia aérea y exhibición, cómo la británica "Red Arrows" de la RAF, o los "Blue Angels" de la U.S. Navy, los "Thunderbirds" de la U.S. Air Force, las "Frecce Tricolori" de Italia, la "Patrulla Aguila" de España, la "Patrouille de France" de la Academia de l'Armée de l'Air de Salon-de-Provence, etc. Para lo cual se requieren unos nervios de acero y una coordinación extraordinaria.
Cómo también fue un hombre, el ruso Viktor Pugachev, quien se atrevió a hacer, por primera vez, la figura de la "Cobra" con el Su-27 "Flanker".
Coronel Von Rohaut
miércoles, septiembre 03, 2008
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