Heredero de Antonio Chacón y de "el Fosforito", alumno de Manuel Torre y grandemente influenciado por los hermanos Tomás y Pastora Pavón "La niña de los peines", Don Antonio Mairena (en la imagen, su mausoleo en Mairena del Alcor) fue un gitano (como casi todos) y posiblemente el más grande de los cantaores de flamenco clásico.
No solo artista si no estudioso del cante grande, recopilador y sistematizador de todos los palos, buscador de cantes antiguos y casi perdidos que ordenó. Defensor a ultranza de la pureza del cante.
De entre sus seguidores y continuadores (mayormente también ya fallecidos) destacan Manolo Caracol (algo más revolucionario), "la Paquera de Jerez" y las hermanas Fernanda y Bernarda de Utrera. Quizás su mejor alumno fuera "el Lebrijano", si bien hacía el final de su carrera éste inició una modernización del cante, una apertura que culminaron (pero siempre dentro de la calidad y sin pachangas) el "Camarón de la Isla" y el guitarrista Paco de Lucía.
De los ya modernos podríamos destacar a Enrique Morente (recién fallecido), "el Cigala", y otros.
Pero y al igual que ocurre con la música de "Jazz", un exceso de "aggiornamiento", de evolución porqué sí, y de búsqueda de la "fusión" con otros estilos y modas, el auténtico "cante jondo" se ha desvirtuado bastante.
Posiblemente, en algunos colmados remotos, en las trastiendas de ciertos tugurios de pueblos o barrios desconocidos, se mantenga la llama auténtica.
Pero yo lo desconozco...
Coronel Von Rohaut
(Otro día quizás hable de los guitarristas de las grandes dinastías flamencas y gitanas que, por si solos, forman un mundo aparte si bien indisolublemente unidos con los cantaores y bailaores a los que acompañan)
viernes, octubre 26, 2012
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