Mientras ayer cientos de personas salían a las calles de Gao liberada (*), en ciclomotores y ondeando banderas francesas y malienses, y cantando y bailando
(todo ello estaba prohibido desde que había sido ocupada por los islamistas salafistas y las mujeres obligadas a cubrirse totalmente), las tropas de la otra columna mecanizada francesa que subía por el oeste, la otra márgen del río Níger, ya han dormido (y ya han ocupado el aeropuerto) a las puertas de Tombouctou (Timbuktu para los anglo-sajones), la antigua "ciudad prohibida del desierto" y la capital espiritual de los "touaregs", pero cuyos monumentos sufíes (una rama moderada del islamismo), han sido destruidos por los integristas islámicos durante su ocupación. Tombouctou (abajo) es una ciudad de barro y adobe, muy delicada y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y que con los ataques puede recibir daños irreparables
Mientras, la aviación ha estado bombardeando la otra gran población de Kidal, más al norte y sede de la facción rebelde de Ansar Dine y que será el siguiente objetivo.
El peligro está en que los rebeldes expulsados y terroristas que no han sido destruidos en las liberaciones de estas dos ciudades, huyan hacía el norte del desierto, en la porosa frontera con Libya y sea difícil seguirles y localizarles si se mezclan con los demás habitantes civiles. Algunos huirán hacía la vecina Mauritania pero allí quizás las tropas mauritanas les persigan algo más eficazmente. Cuando dejan de avanzar en columna, como al principio, o de ocupar y defender una población, el ataque de la aviación ya se hace más complicado y ya todo se basa en la información y las labores de reconocimiento.
Coronel Von Rohaut
(*) En la imagen. Ahora se espera la llegada de tropas africanas, del Tchad y Níger que ya estaban en camino, para ocupar la ciudad y proteger a la población islamista moderada y evitar que las tropas malienses del sur que avanzan con las francesas ejerzan violencias y actos de venganza cuando los franceses sigan hacía el norte o se retiren del frente.
lunes, enero 28, 2013
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