Los hombres de
"seny", esta especie de amplio
sentido común con el que se adornan muchos catalanes, como los Josep Oliu del Banco de Sabadell, posiblemente el Isidro Fainé de La Caixa, el Gay de Montellá Presidente de la Patronal Foment (en la imagen), el Rosell de la CEOE sin duda, y muchos e importantes grandes empresarios catalanes (los empresarios medios, más cerca del pueblo, menos), señalan siempre que pueden su temor y,
ergo, su oposición al proceso soberanista de Catalunya.
Reconocen (¡ya solo faltaría que lo negaran!) que Catalunya esta pésimamente tratada fiscalmente por España pero vuelven a sacar la conveniencia de un
pacto fiscal con el gobierno hispano-castellano, y dicen defender, priorizar, la legalidad y el diálogo.
¡Pues
mecagüen la muy puta madre que los parió!
¿Porqué, que hacer cuando el pacto ya te lo han negado, rotundamente, una y mil veces, la legalidad es la que los otros te imponen en contra tuya y para joderte legalmente o negarte todo lo que pides
"porqué es ilegal", y el diálogo no lo quieren ni lo han querido nunca los de enfrente, con los que deberías supuestamente que dialogar, ya que lo único que entienden es la sumisión total?
¿Qué hemos de hacer, señor Oliu, bajarnos,
siempre, los pantalones?
Porqué como muy bién señaló Francesc Macià,
"l'Avi":
"¡Que un exceso de "seny" no sirva para esconder, tapar, tus cobardías!"
Disimular tus intereses bastardos, camuflar tus traiciones...
Coronel Von Rohaut
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