lunes, enero 14, 2013

Las mil y una aprioridades de la ley

La Saenz de Santamaría, que dice ser abogada del estado pero presumo que ganó su título en alguna tómbola de barrio, se ha enlodazado al proclamar (en contra de la posibilidad legal de hacer una consulta para que los catalanes escojamos nuestro destino) que algo, para ser legítimo, ha de ser legal.

Son tantos los ejemplos que le podría poner de hechos acaecidos a lo largo de la historia o de los tiempos que, siendo legales no son moralmente legítimos o, viceversa, que siendo legítimos no han sido legales hasta que alguien ha modificado la ley o no lo han seguido siendo mientras alguien se pasaba la ley por el forro de los cojones, que no me cabría en el disco duro. Y otros ya lo vienen ilustrando en estos últimos días.

Normalmente, que una aspiración (sobre todo si es la de un pueblo y es democrática), de ser legítima pero ilegal pase a ser legítima y legal, solo es cuestión de tiempo. Se ponga como se ponga esta buena chica.

Coronel Von Rohaut

(PS) Cuando a  los colonos de Nueva Inglaterra se les hincharon los huevos y de ser súbditos de Su Graciosa Majestad británica pasaron a ser nacionales americanos, ello no era legal pero sí legítimo; y lo hicieron y ya luego lo legalizaron. Mientras que, según las leyes "nazis" de Nuremberg, los hornos crematorios donde asaban judíos eran legales ¿Pero, legítimos...?

1 comentario:

general rogelius dijo...

Querido coronel:
Solo es una prueba.
TGeneral Rogelius