A principios de este mes de julio los israelíes destruyeron un almacén, en el puerto sirio de Lattakia, donde se guardaban unos 50 missiles anti-buque, de fabricación rusa y que le habían facilitado al régimen de Bashar El Assad, y que eran una amenaza para la marina israelí (y que podrían caer en manos de los rebeldes, lo que puede ser peor).
Al principio se dijo que el ataque había sido aéreo si bien posteriormente la prensa israelí ha confirmado que se llevó a cabo desde el mar mediante un submarino diésel-eléctrico de la clase "Dolphin", fabricado en Alemania y de los que la Israel Navy dispone de 5 unidades.
Buen trabajo...
Coronel Von Rohaut
lunes, julio 15, 2013
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