"Mamá, yo cuando sea mayor quiero ser español" le decía el hijo catalán (pero coherente con su situación) de una prostituta a su madre, que ejercía de ramera ...

Igual que ya hicieron los jueces que, en Catalunya, rechazaron la exigencia, lógica, de la obligación de saber catalán para impartir justicia en Catalunya, lo que resulta en que la inmensa mayoría de las sentencias se den en castellano (lo que también tiene su lógica, ya que es la lengua del ocupante invasor), ahora la justicia en las Baleares también ha avalado la ley del presidente autónomo, el "pepero" y madrileño Bauzá, que dice que los funcionarios de aquella comunidad (que tiene el catalán como lengua oficial reconocida) no están obligados a conocer la lengua de sus súbditos. Que con el castellano, que todo el mundo entiende, ya es suficiente.

Y estos que se pasan el día exhibiendo la Constitución Española (cuando les sirve para prohibirnos algo), se pasan por el forro de los cojones la exigencia constitucional de proteger las lenguas periféricas. Viva España y viva el centralismo castellano y el genocidio cultural que aplica el colonialismo español a sus territorios conquistados por las armas.

¡Catalunya no es de los catalanes, es de todos los españoles! gritan desaforadamente aquellos que nos invadieron, ocuparon y ahora niegan nuestra identidad, ni mejor ni peor, pero distinta. Puro derecho de conquista, exhibido con chulería (*).

Y que se vayan enterando, por si todavía no se habían dado cuenta, de lo que aquí se le da, todos aquellos descerebrados que propugnan el seguir conviviendo, bajo sus reglas impuestas, con los españoles.

¡Ni terceras vías, ni federalismos/confederalismos (ya no), ni hostias en vinagre!

Independencia aquí y ahora, nuevo estado soberano y dueño de sus recursos, valores, y destino.
"Visca la República Catalana"

Coronel Von Rohaut

(*) Hay que reconocer que a los hidalgos castellanos ya es lo único que les queda, después de haberlo perdido todo...