O llámala intrínseca maldad castellana, o malvada habilidad táctica de los gobernantes españoles que, con mucha más practica que los catalanes en mandar/gobernar y, por lo tanto, en los tortuosos procesos de negociación, a los inocentes (¿tontos?) catalanes siempre nos han acabado jodiendo; y bien jodidos.
La señala el periodista/historiador Toni Soler, que hace resaltar que la cacareada "voluntad de dialogo" que alguien dice empieza a notarse en Madrid (y se la creen los Durán y compañía), es una estrategia del gobierno español que consiste en mostrar voluntad negociadora y desmentirla, brutalmente, por la vía de los hechos.
Coronel Von Rohaut
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