Los amos y los masoveros

Acercándose elecciones generales, leo que en breve visitará Palma de Mallorca el Pablo Iglesias, para llevarles a los indígenas insulares su "buena nueva" (no sé si junto con collares y baratijas).

Y pronto volverán a desembarcar en Catalunya (como siempre ha ocurrido desde tiempos inmemoriales), los Pedro Rodriguez, el Rajoy o quizás la bruja de la Soraya, así como todos los cabezas de lista de los distintos partidos "nacionales", con sus ayudantes, sicarios y bufones.

A pedirnos el voto y a explicaros lo bien que lo harán y lo buenos y cariñosos que serán con los catalanes. (Que algunos, como el Rajoy y el Rivera, de tan soberbios que son, ni se rebajan a prometernos nada; por lo menos son sinceros, nos avisan que nos darán pol culo sin pagar...).

Y a pesar que algunos partidos de aquí ponen pancartas diciendo "Governemnos" y que otros recuerdan frases de políticos lúcidos que decían, ya hace años: "No queremos que desde España nos gobernéis mejor, lo que queremos es que dejéis de gobernarnos", ellos siguen llegando. convencidos que nos aportan su luz.

Y yo me pregunto (pregunta retórica, claro está): qué especie de "complejo de superioridad" expresado con pedantería, chulería, jactancia y bravuconearía, embarga a estos tipejos/tipejas, algunos iletrados, incultos y hasta analfabetos, que se creen superiores y que pueden venir a darnos lecciones, a enseñarnos el buen camino a los pobres indígenas de "provincias" (*), por el solo hecho de venir de Madrid, de "la capital", aún que algunos de ellos sean nacidos en Villaconejos o en Villanueva del Trabuco, y que algunos aún se estén sacudiendo el pelo de la dehesa.

O solo porqué sean hijos, sobrinos o nietos de dinastías madrileñas de servidores del estado, de largas genealogías de "altos funcionarios" que jamás han dado un palo al agua y que se han pasado, de padres a hijos, "la vez" ("la tanda" en catalán)  para presentarse a "oposiciones" (facilitadas por las redes familiares y de amiguismo) y que les facultan el acceso a "abogacías del estado", cátedras, etc. O sea, en palabras antiguas, "los cortesanos".

O sus franquicias provincianas formadas por lameculos, advenedizos y traidores, arrimados al sol que más calienta, y arrambladores de "lo que más convenga".

Coronel Von Rohaut

(*) Del latín "pro vincia" o sea, en la Roma imperial, territorio vencido o conquistado fuera de la peninsula Itálica. Fuera de Madrid, en España, todo son "provincias" y los habitantes de la periferia y de otras nacionalidades, los "provincianos", unos "vinci", unos vencidos a los que hay que "adressar" (en catalán, domar y dirigir)...