Ahora quizás hace años que no lo he hecho y me gustaría volver a pasear por el campo, de noche y sin luna ni nubes pero, sobre todo, alejado de cualquier asentamiento urbano o contaminación lumínica, lo que ahora es difícil de encontrar.
Y levantar la cabeza y, aceptando la pequeñez de nuestra existencia, extasiarme ante la grandiosidad y belleza de la Vía Láctea (arriba), así como de algunas constelaciones más o menos reconocibles como las dos Osas, Orión, con su H y escudo, en el limite del horizonte sur,
y un poco por encima, "Las Pléyades" o el cúmulo de "las siete hermanas"
Y al norte, cerca de las dos Osas, Casiopea con su "W", etc.
Coronel Von Rohaut
jueves, febrero 22, 2018
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