O "show business", negocio del entretenimiento y espectáculo o mundo de la farándula.
Debido a las acusaciones de pederastia y acoso sexual, ahora quieren retirar de una ciudad española la estatua de Woody Allen, gran cineasta pero, sobre todo y en sus inicios, grandioso humorista y monologuista de cabaret, típico representante del humorismo judío (mayoritario entre los comediantes de los USA y recordemos a los Hermanos Marx, con Groucho al frente).
Pero Allen está aquí por su genio artístico y no por su ética humana, por su modelo de actor y figura del "entertainment" (espectáculo) y no por sus posibles valores morales. No por ser un santo...
Y si seguimos por este camino, deberíamos acabar quemando todas las películas de Hollywood ya que, desde sus lejanos inicios, aquello ha sido una verdadera orgía, una síntesis moderna de Sodoma y Gomorra, con la mayoría de actores, productores y directores. verdaderos crápulas, borrachos alcoholizados, pederastas, violadores o abusadores y depredadores sexuales, mujeriegos viciosos, homosexuales (muchos) y bisexuales (de nacimiento o de conveniencia) como el mismo gran actor Cary Grant, que se casó con diversas mujeres multimillonarias de las que fué su "gigoló" o mantenido, pero antes, a su llegada a América procedente de su Inglaterra natal, sin dinero, estuvo varios años viviendo en pareja en el apartamento de un famoso actor de "westerns", homosexul confeso.
Luego, ya rico por su cuenta, Grant se casó con una señora "normal y tuvo una hija...
Y la mayoría de actrices (algunas todavía niñas y empujadas por sus madres) se han prostituido (muchos actores también) para lograr un contrato, para obtener un buen papel...
Otras, sencillamente, han sido unas verdaderas golfas...
No pidamos a la gente del espectáculo lo que no son, modelos de vida santificada...
Coronel Von Rohaut
viernes, febrero 16, 2018
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