Pero donde mi admirado "Corsair" sobresalió fué en manos de los pilotos del USMC o "marines" y, especialmente, como avión de ataque al suelo o de apoyo táctico. Y dentro de los "marines" la excelencia se la llevó el VMF-214 o escuadrón al mando del mayor, luego coronel, Gregory "Pappy" Boyington.
Boyington entró como cadete-piloto en los años 30 y sirvió en los "marines". A finales de dicha década se dió de baja y se apuntó al cuerpo de pilotos voluntarios que participaban, a nivel perticular, en la Campaña de China contra el Japón y, especialmente, protegiendo la ruta de Birmania, conocidos como los "Flying Tigers" que volaban en viejos aviones P-40 y, al mando del general Claire Chennault, se hicieron míticos.
En 1942 y entrar los USA en guerra contra Japón, regresó a los USA y se alistó nuevamente en la aviación del cuerpo de "marines", combatiendo en la Campaña de las Islas Salomón, especialmente desde el aeropuerto de "Camp Henderson", en Guadalcanal, volando ya en aviones de caza "Corsair".
En 1943 y con unos amigos y en Ohau (Hawaïi), le confiaron la creación y el mando de un nuevo escuadrón, el VMF-214 (con la "F" de Fighter o caza, que luego se transformó en el VMA-214, con la "A" de Attack, que sigue ostentando hoy y volando en aviones "Harrier"). Los componentes de esta unidad quisieron bautizarla como los "Boyington Bastards" pero, al decirles que la prensa no vería con buenos ojos este "alias", adoptaron el de "Black Sheep Squadron" u "ovejas negras", que tenía una connotación similar. Al cabo de un año y antes de ser derribado sobre el mar por un número muy superior de aviones enemigos y hecho prisionero por un submarino japonés, se había anotado 26 derribos confirmados, a los mandos de su "Corsair".
A su regreso, ya liberado, sus compañeros le dieron una recepción en un hotel de lujo de San Francisco y la revista "Life" se hizo eco de la cantidad de alcohol consumido. Era poseedor de la "Cruz Naval" y el presidente Roosevelt le otorgó la "Medalla de Honor del Congreso".
Coronel Von Rohaut
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