viernes, enero 13, 2017

La fín, anunciada e inevitable, del "camarero" profesional (y de la profesionalidad en muchos otros oficios)

Siempre recordaré, cuando se inauguró (yo todavía era soltero) en Barcelona la entonces novedosa "Discoteca Bocaccio", de la calle Muntaner (muy cerca de donde vivo yo ahora y desde hace tiempo) y creación del empresario Oriol Regàs (uno de los componentes de la "Gauche Divine" que hizo del "Bocaccio" su cuartel general),
que en la barra de arriba había un camarero que, aparte de atenderte y servirte con una inusual rapidez y profesionalidad, estaba atento a cualquier pequeño detalle y, mientras te escuchaba,  por ejemplo, sacaba un encendedor y le daba fuego a tu vecino si este acababa de ponerse un cigarrillo entre los labios.
Pero esto ya se ha acabado y, al respecto, puede leerse un artículo esclarecedor clikando aquí mismo.

Coronel Von Rohaut

(PS) Con la invasión "sudaca" (y salvo honrosas y escasas excepciones) el servicio se ha adocenado.

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