El pasado lunes envié la carta, que transcribo, al Director de La Vanguardia la cual, obviamente, ni han publicado ni han acusado recibo:
En su editorial de hoy, La Vanguardia critica e incluso insulta al catalanismo soberanista, al que califica cómo "soberanismo de corte maniqueo" y "soberanismo de vuelo gallináceo".
A una de las personas, hoy en día, mas visibles de este soberanismo, el juez del Consejo General del Poder Judicial, Alfons López Tena, le trata de "jurista destemplado".
En una reciente entrevista televisiva le preguntan a López Tena si cuando entró en el Consejo ya era independentista y contesta que no, que todavía creía en la posibilidad de encajar a Catalunya en el estado español (la posición política de Jordi Pujol, quien le recomendó para dicho Consejo) pero que fue precisamente desde dentro de la maquinaria del estado cuando se dio cuenta que este encaje no era posible y que la única alternativa era la independencia.
López Tena es valenciano pero cuando le preguntan por su nacionalidad, dice "catalán". Quizás por esto la "bienpensante" Vanguardia le tacha de "destemplado"...
El editorial empieza afirmando que el soberanismo catalán envenena las relaciones de Catalunya con el resto de España. ¡Collons!, señor director del periódico, después de siglos de recibir hostias y expolios fiscales, insultos, mofas y befas (lo de "polacos"...), lo de ser "cornudos y apaleados", ahora resulta que si nos quejamos y decimos "basta ya!", ¿los que envenenamos somos nosotros?, o sea que, según el punto de vista de los "bienpensantes", lo único que nos pertoca es seguir recibiendo los palos y sonreír y decir "sí, señor"?
Olvidándonos de los últimos cien años y limitándonos al espacio de tiempo transcurrido desde el fin del franquismo y la transición, resulta que en treinta o cuarenta años de ser sumisos y transigentes, de hacer todo lo posible para el encaje de Catalunya en el estado español, tal cómo lo han intentado Jordi Pujol cómo, a su manera, Pasqual Maragall. De tragar sapos y culebras y resistir con una financiación discriminadamente insuficiente. De soportar estoicamente cómo gran parte de nuestros recursos eran expoliados, ¡nuestros dineros!, que tanta falta nos hacían para la modernización de nuestro país y la calidad de vida de nuestro pueblo; de todo nuestro pueblo, del indígena así cómo del inmigrante de otras partes de España, que tanto ha contribuido con su trabajo a la supervivencia de Catalunya y que también sufre las escaseces y carencias a las que nos somete el expolio centralista castellano, resulta, digo, que todavía no hemos aguantado bastante.
Dice el editorialista que "Catalunya necesita cordura, seriedad e inteligencia, para plantear sus justas reivindicaciones". ¡Joder, sr. director! ¿Todavía mas, después de treinta o cuarenta años de "cornuts i pagar el beure"? ¿De que cada año el estado nos robe 19 mil millones de euros, cómo atestigua el juez López Tena y según han detallado los estudios de la FUNCAS (asociación de las cajas de ahorro españolas), así cómo economistas de renombre tales cómo el profesor de la Universidad de Barcelona, Ramón Tremosa, el propio "conseller" de Economía Antoni Castells y el catedrático de la Columbia University, de Nueva York, Xavier Sala i Martín, precisamente colaborador de La Vanguardia?
Su posición es legítima, sr. director, pero ¿qué intereses bastardos defienden Vd. y su empresa, sr. director?
Porqué yo, sr. director, para defender los intereses de mi patria, su autonomía económica, su soberanía orgullosa y su capacidad plena, que tan sólo se puede conseguir con su total independencia y la consecución de un estado propio, integrado en la Unión Europea, no cobro de nadie.
Coronel Von Rohaut
viernes, septiembre 28, 2007
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