Es Marius Carol un fino periodista de "La Vanguardia", culto e irónico, al que leo con agrado. Pero en temas nacionalistas catalanes, obnubilado como tantas buenas gentes e incapaz de deslindar los efectos de las causas.
Dice en su columna de hoy y refiriéndose al último libro de Luis Rojas Marcos (hermano de un conocido político andaluz y a su vez Director o ex-Director de los Servicios Médicos Municipales de la Ciudad de New York): "En su obra, el psiquiatra establece un principio básico: una sociedad que fomenta aspiraciones inalcanzables crea ciudadanos con bajo nivel de autoestima. O lo que es lo mismo, en lugar de pensar en alcanzar la independencia en el 2014 (*), propongámonos arreglar los trenes o las carreteras en unos meses".
Total y absolutamente de acuerdo. Pero con un ligero matiz. Jamás conseguiremos arreglar del todo ni los trenes tercermundistas, ni las carreteras insuficientes, ni los peajes discriminatorios, ni los aeropuertos provincianos, ni
las conexiones intercontinentales inexistentes, ni la financiación escasa y expoliada, ni nuestra autoestima por los suelos debido a nuestra sumisión colonial, hasta que consigamos la independencia y soberanía plena.
Y no se conseguirá la independencia hasta que los Marius Carols y demás buena gente no sea capaz de ver que España, el nacionalismo español y el centralismo funcionarial y burocrático de Madrid, son el cáncer de Catalunya. Y que el cáncer sólo se cura con la extirpación.
Coronel Von Rohaut
(*) Cómo propone Carod Rovira, cínicamente, ya que no es mas que una postura electoralista, de cara a sus bases.
lunes, septiembre 03, 2007
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