Pero yo no lo creo. Cuando alguien muere todo son alabanzas pero, para mí, el que ha sido un cabrón en vida lo sigue siendo por mas que muera.
Lo recordaba ayer un artículo de prensa, no recuerdo ahora de qué clarividente columnista, pero tenía razón.
Todo han sido panegíricos sobre lo buena persona que era, aunque algo gruñón, el recién traspasado Fernando Fernán Gómez. Y quizás si. Pero también se ha resaltado su lucha contra el franquismo y lo he visto en su entierro, se hizo cubrir el féretro con una bandera, negra y roja, anarquista. Todo muy "progre" pero, ¿corrobora su biografía a su anarquismo?
En realidad la mayor parte de su carrera y sus principales triunfos, los obtuvo durante y bajo el franquismo. Su lanzamiento cinematográfico y quizás su mayor éxito, fue "Balarrasa", en el año 1.951, exaltación del nacional-catolicismo y donde hacía de cura converso. Por la misma época, Margarita Xirgu y Maria Casares estaban exiliadas en Argentina y en Francia, respectivamente
También Georges Brassens fue anarquista (no de partido sino de filosofía de vida y de actitud) y tanto sus canciones y versos cómo su vida privada lo reflejan fielmente.
E, incidentalmente, me viene a la memoria que, por ejemplo, grandes actores dramáticos, ingleses y americanos, han sido, al mismo tiempo, masculinamente guapos. Recuérdese a Sir Lawrence Olivier interpretando a "Hamlet" o al mismo Marlon Brando recitando el monólogo de Marco Antonio en el "Julio Cesar" de Shakespeare.
¿Porqué en España, cuando un actor recita bien, cómo Fernando Fernán Gómez, Fernando Rey o Adolfo Marsillach, ha de ser mas feo que un sapo?
Coronel Von Rohaut
lunes, diciembre 17, 2007
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