Invasiones han habido muchas. Ayer mismo yo reproducía el post de un conocido mío, sobre la invasión de los moros por la demografía, en el que estaba y estoy totalmente de acuerdo. Pero en muy pocas cosas más estoy yo de acuerdo con él y no sólo porqué él sea del Real Madrid y yo del FC Barcelona.
Porqué si en este artículo alababa y ponía cómo ejemplo a seguir lo que hacen los daneses de exigir, para obtener la residencia o la nacionalidad, hablar correctamente el idioma propio del destino libremente escogido, conocer la historia del país de acogida y seguir sus costumbres, en otro artículo de pocos días antes él mismo se mofaba y criticaba, irónica o sardonicamente ofendido, que la Generalitat catalana quisiera hacer lo mismo con los recién llegados aquí.
¿Porqué? Pues sencillamente, claro está, porqué quiere hacerlo en catalán y se preguntaba, con coña, si a los inmigrantes les obligaríamos a apuntarse a alguna "colla castellera". La misma coña que hacía el entonces portavoz del PP, el indigno y asqueroso Miguel Angel Rodriguez quien, ante nuestra pretensión de tener selecciones deportivas nacionales propias y catalanas se preguntaba, con la misma "ironía fina": "¿para qué, para jugar a las canicas?"
Porqué los castellanos siempre nos miran por encima del hombro. Les repatea y les lleva a despreciarnos despectivamente cómo a "provincianos" o "pueblerinos" si insistimos en defender nuestra lengua y cultura propias. Apoyan que los daneses, con una población de cinco millones y medio de habitantes, "ergo" inferior a la catalana, se protejan de posibles absorciones o dominaciones foráneas pero ya les parece bien que Catalunya sea integrada y subsumida dentro de la "superior", para ellos, lengua y cultura castellanas...
Les preocupa, y con razón, que los inmigrantes musulmanes en Dinamarca (o en España, Francia, etc.), cuando sean mayoritarios impongan los valores de su retrógrada, discriminatoria e intelectualmente esterilizante Sharia, por ejemplo, frente a los valores de los derechos humanos y civilización moderna que sostenemos los europeos.
Pero en Catalunya, hace décadas, también sufrimos una invasión auspiciada por el General Franco, de millones de personas procedentes del sur de España, con una lengua y costumbres distintas de las nuestras y con, entonces, una demografía superior a la de los mas adelantados catalanes de origen, lo que hizo que ahora ya casi (o sin casi) sean mayoría. Más si se les suman los últimos procedentes de la América Latina.
Y han intentado y siguen intentando imponernos su lengua, que no es la natural del país y, algunos siguen prefiriendo no integrarse y ser del Real Madrid antes que del Barça...
O sea, siguen prefiriendo ser moros que cristianos pero no se dan ni cuenta y nos escarnecen a nosotros, los auténticos moradores de esta pobre e invadida nación catalana.
Durante siglos los judíos, despues de los rezos y antes irse a dormir, decían: "el año próximo, en Jerusalem", y al final lo consiguieron.
Dígamos todos juntos, los catalanes: "el año próximo, el Estat Catalá", y trabajemos para conseguirlo.
Coronel Von Rohaut
jueves, enero 29, 2009
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